martes, 24 de diciembre de 2013

CUENTO: LA CENA DE NAVIDAD






¿ESTAMOS LISTOS PARA NUESTRO CUENTO DE NAVIDAD?
TE ASEGURO QUE TE DIVERTIRÁS…
SE LLAMA:
                    “LA CENA DE NAVIDAD”
  Yo era muy pequeño cuando me trajeron a este hogar, tanto que todos al pasar me ignoraban e incluso llegue a pensar en irme, pero no pude hacerlo, había un perro llamado Canelo, que era el único que rápidamente se hizo mi amigo.
  La casa era pequeña, pero el patio suficientemente grande para los que vivíamos ahí, Papá, Mamá, el canelo, dos primos que nunca me hablaron, un pato, dos guajolotes, una enorme gallina, dos conejos  y yo. Durante todo el año nos divertíamos en el patio, pero cuando era el día de noche buena, todos estábamos atentos a ver cuando mamá saliera por la mañana a invitar a uno de nosotros a la
  CENA DE NAVIDAD
  Uno de los guajolotes fue el  primer invitado a la fiesta de navidad, jamás regreso al patio, así que pensamos que seguramente le fue muy bien y se quedo a vivir adentro de la casa.

 
Los días pasaban y todos crecíamos pero yo mas que ninguno, creí que eso seria suficiente para que me invitaran a la fiesta pero no fue así,  la siguiente navidad invitaron al pato, luego a los conejos.
Ya solo quedábamos Canelo, la gallina, un guajolote y yo en el patio, estábamos tan ansiosos de saber ¿Cuál seria el siguiente invitado a la fiesta?,  y… ¡Zas!, antes de la navidad, llego mamá con un gallo llamado Avado.
La mas contenta fue la señora gallina que hasta se levanto las plumas para correr al gallinero a decirle a su amigo el guajolote que saliera para presentarlos
Así que cuando mamá llego e invito al guajolote a la cena de navidad, el gallo y la gallina ni por enterados se dieron, solo canelo y yo le dijimos adiós, con la esperanza de que éste guajolote si regresara, pero no volvió.
El siguiente verano la señora gallina después de unos días de estar encerrada en el gallinero, de pronto apareció con unos pollitos que la seguían gritando que tenían hambre,  que les diera de comer.
Canelo y yo nos pusimos felices porque pensamos que ahora seria nuestro turno de ser invitados a la fiesta de navidad, porque los papás gallo y gallina, estarían muy ocupados en cuidar y dar de comer a sus hijitos, seguramente que cuando los invitaran dirían que ¡no!, así que ya solo quedaba o Canelo o yo, además con algo de suerte podíamos ser invitados los dos.
Pero justo un día antes de la noche buena, llego hasta nuestro hogar una gata muy creída, vestía con pieles y su cara estaba pintada por todos lados,
Le pedimos de la manera mas atenta que se fuera, porque no queríamos que nadie mas estuviera cuando la mamá, saliera a invitarnos a la fiesta de navidad.
La gata que se llama Mizuzu, se comenzó a reír a carcajadas, hasta el abrigo se le cayo, nos dijo que éramos unos tontos que los guajolotes, el pato y los conejos habían sido invitados a ser ellos la CENA DE NAVIDAD
¡eso no puede ser cierto!, exclamamos al mismo tiempo el canelo y yo,
-¡claro que es cierto! –contesto la gata Mizuzu-, yo vivo adentro de la casa y yo se lo que les digo, al Canelo le dan a otro día, todos los huesos que sobran,
esa es su CENA DE NAVIDAD
¡Guacala!,  Exclamó horrorizado el Canelo- o sea ¿que me comí a mis amigos??? -¡claro que no!, nos contesto la gata Mizuzu  - solo son los restos de la comida que ellos dejan después de la  cena-
Después de decirnos eso la gata Mizuzu, se alejo contoneándose y riéndose de nosotros.
Canelo y yo nos quedamos en silencio, de pronto me pregunta - de verdad, ¿quieres que te inviten a la
 CENA DE NAVIDAD…          
 No, que mejor cenen solos,  desde hoy,

 “ya no me gusta la Navidad”

   Justo en ese momento, llega papá, baja de su camioneta con una enorme sonrisa, camina a la parte trasera de su carro y aparece de nuevo con un árbol y bolsas llenas “algo misterioso”
Entran a la casa, salen, vuelven a entrar,  salen, hasta que terminan de bajar todas las cajas, bolsas y regalos, creímos que ya todo había terminado pero no, de pronto ponen encima de mi una “cosa” que llamaron escalera,
Papá y mamá, sacaron de una enorme bolsa unas luces y comenzaron a ponerlas en mi cabeza, en mi cuerpo, en mis ramas, por todos lados me enredaban y yo temblaba desde el fondo de mis raíces, pensando en que yo era el próximo invitado

“A LA CENA DE NAVIDAD”

Me quede sin mover una sola ramita, hasta que por fin me dejaron a solas con mi amigo el Canelo, ¿Qué te hicieron amigo?
-¡no lo se! ¡Creo que me amarraron para llevarme a la casa, ¡hay de mi!, ¡yo seré la CENA DE NAVIDAD !
¿Quieres que te ayude a escapar?,
-¡no podría!, recuerda que solo soy un árbol.
-¡es cierto!,- dijo el canelo-
pero aun así puedo ayudarte, morderé a quien se acerque y cuidare de ti.
¿Harías eso por mí?,
-¡Claro para eso somos amigos!,
-Gracias, te lo voy a agradecer, te prometo que en el verano cuando duermas junto a mí,  moveré mis hojas mas fuerte para que no tengas calor.
En ese instante se prendieron todas las luces  de colores alrededor del árbol, Canelo miraba sin poder creer lo que veía, la gallina, el gallo y sus pollitos también estaban asombrados
¡se ve hermoso! –exclamaron,
¿en verdad me veo hermoso?
Si, realmente te ves hermoso,
en ese momento llego la gata Mizuzu, ¡oh! –dijo- te ves mas hermoso que el pino que esta adentro de la casa, ahora si que eres un invitado especial a la CENA DE NAVIDAD

¿En verdad lo crees?, ¿no me comerán?
-¡Claro que nó! –Respondió Mizuzu- no deben de tener miedo ninguno de los dos,
porque tu eres un árbol y tú Canelo, eres el perro que cuida la casa, así que tampoco estas en el menú
¿Y nosotros?
 –pregunto la gallina-
¡mmmhhh!, eso lo hablaremos la próxima navidad, -contesto la gata Mizuzu,  y fue alejándose poco a poco
¡viva! ¡ya me gusta la Navidad!-grito contento el árbol-
¡a mi también, contesto el Canelo!
La gallina solo dio la vuelta y se fue hacia su gallinero en compañía de su gallo y sus pollos y colorín colorado este cuento se ha terminado.
Nuestro corazón esta triste porque no estamos con ustedes, pero nuestro espíritu se fortalecerá en la Cena de Noche Buena, cuando nos unamos en oración, recordando el  sacrificio que Jesucristo hizo por  todos nosotros,   deseamos que la pasen bien y que nunca olviden el verdadero motivo de la navidad. 
FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO LLENO DE BENDICIONES PARA TODOS.

LES DESEAN LAS FAMILIAS: LEÓN HUIZAR,   Y CÁRDENAS REGALADO