El pasado cuatro de julio, una vez más pude comprobar lo mal que se comportan algunos paisanos de los que cruzan de Estados Unidos a México, “dizque” a festejar una Independencia que no les pertenece, que conste que no estoy en desacuerdo que se sientan de allá, aunque en la frente tengan tatuado el nopal, tampoco veo mal que festejen si eso quieren hacer y realmente lo sienten, eso está bien, lo que no me gusta es que vengan (solo algunos, no todos), y hagan lo que no se les permite hacer en ese país, por ejemplo:
· Poner música a todo volumen hasta el amanecer.
· Tomar alcohol, y tirar los envases en la calle.
· Sentirse que son buenos cantantes y berrear toda la noche.
· Tronar cuetes días antes, ese día, y días después.
· Dejar su basurero regado.
Eso sin contar con toda una historia de antes y después, llegan en carros de lujo, se estacionan en donde quieren, bajan sus motos, se pasean todo el día haciendo un ruido infernal, etc.
Y … las autoridades.
¡bien, gracias!.
Porque mejor no se comportan como lo hacen en ese país y de esa forma nos enseñan a nosotros los que nunca hemos ido a Estados Unidos, cosas nuevas, yo entiendo que muchos de ellos permanezcan escondidos por ser ilegales, pero nosotros ¿Qué culpa tenemos?,
Me gustaría que organizaran un desfile, repartieran quizás volantes con el motivo de su festejo, que hicieran lo que les diera la gana pero dentro de sus casas y no en el patio-calle, que respetaran las horas de descanso de las demás personas y tocaran su música o adentro de sus casas o mas bajo, etc., hay muchas cosas que se pueden hacer de forma organizada y con educación.
¡ah! Pero los que peor se portan son los uniformados que les permiten hacer todo esto a pesar de las quejas de los vecinos y el ruidajo que hacen, esos merecen todas las palmas (pero en el lomo jajajaja).
