martes, 28 de febrero de 2012

EL CUENTO DEL CONEJO SABIO


Había una vez en un hermoso bosque, vivían muchos animalitos, todas las tardes después de la hora de la comida, se reunían al rededor de una pequeña charca que se hacia al lado del río. Doña Juana la coneja, que compartía su hogar desde hacia ya mucho tiempo con don Pancho su marido,

Don Pedro el coyote, que ya viejo y casi sin dientes, busco lo calientito de una cueva y trataba de no molestar a nadie para que no se dieran cuenta que ya no podía cazar.

 

 Doña Paca,  la culebra, que era la envidiosa y chismosa del vecindario, como nunca se había casado, trataba siempre de hacerles la vida imposible a todos. 
 




 
Don Nacho el viejo búho, muy querido y respetado por todos, ya que además era el que todas las noches vigilaba sin dormir desde el árbol más alto del bosque. 


 

Doña Blanca la paloma mensajera, quien decidió retirarse y no volver a  viajar en ese bosque había encontrado la paz y la tranquilidad que siempre soñó. 

Doña Cleta la tortuga, a quien difícilmente se le veía lejos del río, ella gustaba de estar alerta cuando alguien iba por agua. 
Doña Chonita la rata de campo, siempre acompañada de sus pequeños hijos, Pan, Pen, Pin, Pon y Pun. 
Y, por ultimo, el no menos importante.
Felipe el caballo del granjero, que cada vez que se enfadaba de la granja, se iba a pasar unas vacaciones al bosque, ahí estaban los mejores pastos, el agua mas sabrosa, pero sobre todo sus amigos, aunque Felipe el caballo, era mas bien reservado y gustaba de descansar a toda hora, solo de vez en cuando se reunía con los demás animales a platicar de diversos temas. 

!Bueno! pues ahora que ya conocemos a nuestros amigos, comencemos con esta  historia .

Una mañana,  en la cueva de Doña Juana la coneja y Don Pancho el conejo, sonó el despertador, rrrrrrrriiiiiiinnnnnnnn, rrrrrrrrrriiiiiiinnnnnnn, rrrrrrrrrriiiiiiiiinnnnnnnnn, rrriiinn.
¡Mm!¡Mm!, ¡que bien dormí! -dijo la coneja- hasta tengo ganas de hacer ejercicio ¿Qué tal  subir a la montaña?, puedo ir hasta la cima  para ver salir los primeros rayos del sol-
pues ve- dijo Don pancho el conejo- ve y ya déjeme seguir dormido que yo no he podido cerrar los ojos en toda la noche, porque roncaste mucho, ándale vete y deja la puerta bien cerrada para que nadie me vaya a despertar. ¡Mmmmm.! - y acurrucándose de nuevo en su camita se quedo bien dormido.
Doña Juana la conejita, se puso sus tenis, camino despacito hacia la puerta y la abrió solo un poquito, luego saco sus enormes orejas y escucho atentamente los ruidos hasta que estuvo segura de que no había ningún peligro, salió y miro para la derecha, la izquierda, arriba, enfrente y cuando se dio cuenta que todo estaba bien, estiro una patita, luego la otra, lamió sus manitas, limpio su carita y comenzó a correr hacia la montaña dando pequeños saltos, cuando llego a la falda de la montaña, inicio sus ejercicios de respiración - !uf! !uf! !uf! - luego siguió hasta que llego a la cima de la montaña sin ningún contratiempo, una vez ahí, busco la enorme piedra lisa en la que siempre descansaba un poco, subió y se recostó cruzando las patitas, "desde aquí voy a ver cuando salga el sol" - dijo la coneja - y espero, espero y espero, pero nada, el sol no salía por ningún lado, Doña Juana se canso de estar esperando y muy triste se levanto diciendo:
-" tenia tantas ganas de ver salir el sol y este día el sol no salió", - giro para iniciar su regreso a casa, cuando de pronto, miro a lo lejos, allá, entre las nubes, encima de todas ellas, ¡era un rayo de sol!, el rayo  cruzo velozmente atravesándolas, zas, zas, zas,  hasta llegar y estrellarse en el frente de la montaña mas alta y lejana del bosque.
La conejita estaba mirando con su boquita abierta
        - ¡ah! !que bonito rayo de sol! - dijo la coneja
        - ¿pero porque brilla diferente hoy?
¿Porque tiene esos colores? - se pregunto en voz alta la conejita, al mismo tiempo que seguía mirando el potente rayo de sol que parecía un arcoíris lleno de colores diferentes, tan absorta estaba con ese rayo de luz, que no se dio cuenta que no estaba sola, al igual que ella  se encontraba fascinada Doña Paca la culebra, , que lenta, muy lentamente se le acercaba a la conejita y, como doña Paca era muy mala, de  pronto se le ocurrió hacerle una broma a la pobre coneja.
-¡hola, Doña Juanita!, ¿Cómo esta? ¡buenos  díasssssshh!
    - perdóneme Doña Paca, no la escuche llegar -exclamo un    poco asustada la conejita-, ¿acaso usted sabe porque el sol brilla hoy con ese color?
     -Siiiisssssssshhh, siii lo se ssssssshhh, brilla con ese color,           cuando mira a alguien que va a tener un hijo SABIO ssssssshhh.
     - ¡un hijo SABIO Doña Paca!, y ¿que es un SABIO?, !digamelo!   Doña Paca, por favor digamelo ¿que es un SABIO?
     - ¿acaso no lo sabessssssssssshhh?, un SABIO es aquel dedica su vida a INVESTIGAR todo, a BUSCAR la verdad, a llenarse de CONOCIMIENTO sssssshhh.
Doña Juana, abrió aun mas sus ya enormes ojos a la vez que sus manitas se cerraban sobre su pancita, en donde sus pequeños conejitos estaban ya casi listos para nacer, de solo imaginarse que uno de sus hijos sería un SABIO, sintió que moria.
- y ¿dígame doña Paca, un conejo SABIO, ¿come?, ¿no duerme?, ¿se casa?,¿tiene los ojos iguales a los míos?,  ¿como es un conejo Sabio? y ¿en donde nacera ese SABIO Doña Paca? porfis digamelo.
- sssssssssss no lo se ssssssssssss adiosssssssssssssssssshhh.
Y sin decir nada mas doña Paca se fue porque ya no aguantaba la risa, de ver a la pobre conejita que corría de un lado a otro agarrando su enorme pancita.
-¡espere! ¡por  favor! no se vaya Doña Paca -gritaba la conejita- ¡Espere!
La culebra se fue rápidamente entre los matorrales y las hojas secas, dejando a Doña Juanita la coneja muy pensativa y asustada,  atropelladamente, bajo de la piedra corriendo y no paro hasta llegar a su casa, de un golpe ¡Zas! abrió la puerta y grito:
- ¡Pancho!, ¡Pancho!, ¡despierta! ¡Pancho!, - la conejita lo movía de un lado a otro a  don Pancho, queriendo que despertara mas rápido, ¡Pancho por Dios despierta!
-¿Que?¿Que? ¿que pasa Juana, ¿acaso se quema el bosque?, ¿quien se murió?¿viene el coyote atrás de ti? jajajajajaja, acuérdate que no tiene dientes, jajaja aunque el piensa que no lo sabemos jajaja.
- ¡Ya cállate Pancho!, ni el bosque se quema, ni nadie se ha muerto, ni Don Pedro el coyote me quiere comer, ¡No Pancho!, es peor que todo eso, déjame que te cuente lo que paso allá arriba en la montaña y lo que me dijo Doña Paca,  la culebra.
-¿Que fue lo que te dijo? -pregunto extrañado Don Pancho ¡vamos habla!
Tomando un poco de aire Doña Juana le conto lo acontecido a su esposo sin olvidar un solo detalle, Don Pacho escucho atentamente y luego cruzando las manitas un poco enfadado dijo:
-¿Y...?
-¿Como que Y...?
-Si ¿Y...? eso ¿que tiene que ver con nosotros?
-Pancho, ¿no entiendes?, yo vi ese rayo de sol y estoy a punto de dar a luz a nuestros hijos ¿que tal que uno de ellos es ese SABIO que va a nacer?
-Y ¿que es un SABIO? -pregunto el conejo
-pues dijo la culebra, que un SABIO es el que ESTUDIA que es SENSATO, SINCERO y quien sabe que mas, además eso es durante toda su vida Pancho, ¡nunca se le quita, pero no me supo decir si sale diferente a sus padres o no!, imagínate que no tiene ojos, que no duerme, que no tiene orejas como las nuestras, ¡oh! ¿Qué vamos a hacer Pancho?
La conejita daba saltos de un lado a otro cargando su panza, llena de desesperación, y Don Pancho fue quitando de su carita el gesto duro que tenia, al mismo tiempo que bajaba sus manitas que había mantenido cruzadas sobre su panza, abrió sus ojos, miro fijamente a su esposa y luego comenzó a reír de tal forma que daba vueltas en el piso al mismo tiempo que golpeaba el suelo con sus patas,
- ja ja ja ja ja ja ja ja ¿por eso te asustaste?
- ja ja ja ja ja ja ja ja viste el rayo del sol
- ja ja ja ja ja ja ja ja un SABIO
- ja ja ja ja ja ja ja ja un conejo SABIO ja ja ja ja –
De pronto Don pancho de un solo salto se puso de pie, limpiaba sus ojitos de las lagrimas que salían de tanto  reir, y doña Juana lo miraba muy seria y enojada, al verla tan enojada, Don Pancho se puso serio y exclamó.
- Oye Juanita ¿no creerás que eso sea posible?¿o si ?¿como podríamos saber si un conejo puede ser SABIO?
- Tengo una idea Pancho -respondió Juanita - vamos a preguntarle a nuestros amigos al bosque
- Me parece buena idea dijo don Pancho ¡Vamos! ¡Vamos! y salieron corriendo de su casa.
A la primera que vieron fue a la paloma.
- ¡Buenos días Doña Blanca!¿acaso se encuentra muy ocupada?
- ¡hola, buenos días! ¡No!, ¿Qué se les ofrece?
Sin mas le contaron todo a doña Blanca la paloma, pero ella aunque escucho muy atentamente, no supo nada del tema, sin embargo tuvo una gran idea.
- ¡vayamos a contarle todo a Don Nacho el Búho! yo iré con ustedes.
Lo mas rápido que pudieron se fueron hacia el árbol mas grande en donde encontraron al búho y después de un breve saludo, le contaron toda la historia.
-¡Mm! yo recuerdo que cuando yo era un pequeño búho, escuche a cerca de esa historia, creo que un SABIO, es el que SIGUE LAS PISTAS, pero como ya han pasado tantos años creo que mejor es ir y preguntárselo a Doña Cleta la tortuga, ella ha vivido ya muchos años y puede que tenga la respuesta,
¡si!, es una buena idea ¡vamos!.
- rápidamente se fueron todos hacia la orilla del rio en donde sin duda estaba doña Cleta.
Al llegar los conejos le platicaron la historia y don Nacho el búho y doña Blanca la paloma estaban atentos a todo, cuando terminaron la tortuga dijo:
- ja ja ja ja seguramente que yo soy mas joven que Doña Paca,  la culebra, porque yo no se nada, pero ¡miren!,  ahí viene doña Chonita por agua, ella aparte de ser muy trabajadora en donde quiera se mete y quizás ella si sepa algo de este tema, ¡vamos! ¡vamos a preguntarle!.
-¡Chonita!,! Chonita!, ¡venga por favor! - gritaba doña Cleta
- Pan, Pen, Pin, Pon y Pun, fueron los primeros en llegar, seguidos por su madre doña Chonita.
-¿Que esta pasando pues? ¿Porque esos gritos pues?, quien se esta muriendo pues?.
- jajaja nadie doña Chonita, mire venga y sientese un ratito aquí,  con nosotros, queremos hacerle una pregunta, pero antes deje que le cuente la historia..... y así fue como los conejos, la paloma , el búho y la tortuga le contaron todo a Chonita y sus pequeños hijos.
¡Bueno! -dijo la tortuga-, ahora vienen las preguntas queremos saber ¿Que es un SABIO? y si ¿puede un conejo ser SABIO?¿usted lo sabe doña Chonita?
-¡pues, pues, pues! ¿Eso es todo pues?, todo este arguende que se cargan solo para saber ¿que es un SABIO pues, y si un conejo puede ser SABIO pues? - pregunto doña Chonita.
-Si, - contesto doña Blanca la paloma.
- pues, miren pues, yo no he vivido tanto como dona Cleta la tortuga, ni he viajado tanto como Blanca la paloma pues, tampoco me la paso despierta como don Nacho el búho, pero en cierta ocasión pues escuche pues  a unos animales de esos raros pues esos pues, que viven en cuevas grandotas y que se le montan a Felipe el Caballo pues, pa no caminar pues, yo los escuche decir  que uno de ellos era SABIO pues, porque pues dijeron pues que  tenía buen JUICIO pues, PRUDENCIA y SENSATEZ pues, aunque pues, no escuche nunca pues, que también pues, los conejos pues, pudieran ser SABIOS, pero que les parece pues  si vamos con Pedro el coyote, yo se pues que don Pedro también ha estado pues en la cuevota de los animales que pues montan a Felipe el Caballo pues,   ahorita vengo de su casa pues  y ya comió, así que pues no tengan pendiente, ¡vamos!
-Pues entonces vayamos a la cueva del coyote - dijo doña Blanca
Y todos se fueron hacia la cueva de don Pedro el coyote, unidos por la curiosidad y la duda, hasta doña Cleta la tortuga, que nunca se apartaba del río, hizo que don Pancho el conejo la sentara arriba de su carrito y la llevara jalando,  ese  juguete que doña Blanca le había regalado para casos de emergencia y sin duda este era el momento ideal para usarlo, de pronto todos se detuvieron justo antes de llegar al hogar de Pedro el coyote.
-¡Esperen! ¡Esperen! - dijo el búho - ¿Quien va a preguntarle?
- ¡Yo no! - contesto la paloma - porque soy tan pequeña que aunque el coyote no tenga hambre fácilmente me puede comer.
- ¡Yo tampoco! -dijo el búho - pues aunque nunca he sabido que el coyote coma búhos, hoy puede ser ese día.
- ¡Ya! ¡Ya! cobardes -exclamo doña Cleta la tortuga - yo iré con Pedro a preguntarle, solo ténganme paciencia.
- ¡Buena idea! -dijo Juanita la coneja - porque aunque el coyote ya no tiene dientes no deja de ser peligroso y si aun tiene hambre a doña Cleta no podrá comérsela, porque se mete en su armadura y ni quien la saque de ahí, ¡vaya! doña Cleta, aquí la vamos a esperar.
Y aunque solo eran unos cuantos metros de distancia, la tortuga más lento que de costumbre camino hacia la cueva del coyote, mientras los demás impacientes esperaban.
- ¡Pedro!¡Pedro! gritaba doña Cleta
-¿quien me llama dijo el coyote?
- soy yo, doña Cleta la tortuga, dime Pedro ¿has comido hoy?
- ¡si! contesto Pedro, ¿que es lo que quieres? GGGGGGGGrrrrrr
- perdónenos don Pedro pero es necesario hacerle dos preguntas.
- GGrr, ¡esta bien!, pregunten y luego váyanse.
- ¿acaso sabes tú? ¿que es un sabio? Y¿si un conejo puede ser sabio?
- ¡yo no se nada!  Y !nada quiero saber!, ahora ¡váyanse de aquí! Y! no me molesten GGGGRRRR.
Todos se miraban en silencio esperando que doña Cleta regresara -¿Qué vamos a hacer?-  Exclamo llorosa doña Juana
-            ¡Ya!, ¡Ya!, solo nos queda un compañero para preguntarle – dijo don Pancho-
-            ¿Quién? –pregunto doña Chonita
-            ¡pues Felipe el caballo!, ¿alguien de ustedes lo ha visto hoy?
-            ¡si!, - gritaron Pan, Pen, Pin, Pon y Pun al mismo tiempo- nosotros lo hemos visto que llego al arroyo por la mañana.
-            Entonces ¡vayamos a verlo! Exclamo doña Blanca la paloma  e inmediatamente voló a lo alto de una rama
Todos los demás amigos hicieron lo mismo, Don Nacho siguió a la paloma, Chonita agarro la mano de Pan, Pan a Pen, Pen a Pin, Pin a Pon, Pon a Pun y echaron a correr, atrás de don Pancho que jalaba el carrito de doña Cleta seguidos por doña Juanita, - Grrr- dijo don Pedro- ¡están locos!  Y se metió a su cueva.
Pero como echaron a correr tan apresurados, no se dieron cuenta que un par de ojos amarillentos, los estaban acechando en todo momento, era doña Paca la culebra, que arrastrándose durante todo el día había seguido cada uno de sus movimientos, riendo  y burlándose de todo lo que estaba pasando por su afán de jugarle una broma a la pobre de doña Juanita, lentamente se deslizo entre los matorrales para seguirlos de cerca, sin dejar de sonreír  sssssssssssssshhhhhhhhhhhhh.
La primera en llegar al arroyo fue la paloma, quien al ver a Felipe el caballo, inmediatamente lo puso al corriente de toda la historia,  sin que se perdiera un solo detalle, luego llego don Nacho el Búho, quien dijo que todo lo doña Blanca le había contado era verdad, Felipe, los escucho muy atentamente y espero a que todos los demás llegaran, luego les dijo:
·       ¿ya no falta nadie?
·       -no- contesto doña Juanita.
·       ¡Entonces! – dijo el caballo- por favor todos formen un círculo.
Rápidamente, se acomodaron todos, poniendo sus ojos fijos en Felipe, con el ansia de saber de una vez por todas,  la verdad a cerca de todas las preguntas de ese día.
·       Primero : -dijo Felipe- necesito la opinión personal de cada uno de ustedes. – comience usted doña Chonita y después a su derecha de cada uno hasta que lleguen a mí, ¿entendieron?
·       ¡si! Exclamaron todos al mismo tiempo.
Doña Chonita, paso al centro del circulo y dijo:
-            Pues, yo opino que ya es muy tarde y que necesito ir a hacer la cena para que mis pequeños no se acuesten con la panza de farol, pero como tengo curiosidad de saber las respuestas, me esperaré hasta el final, he dicho. –todos comenzaron a aplaudir, bueno, no todos-.  jajajaja se reían los hijos de doña Chonita.
-            ¿de que se están riendo pues?, -reclamo doña Chonita-
-            Jajajaja, pues de eso pues, jajajaja- contestaron en coro-, pues que mami ya no dijo pues, pues, pues, pues jajajajajaja.
-            ¡silencio! –ordeno enérgicamente el caballo Felipe, o saldrán del circulo. – inmediatamente los pequeños guardaron silencio, porque no se querían perder de nada-. ¿Quién sigue?
-             ¡yo! Dijo Pan, ¡yo sigo!, - el pequeño corrió hacia el centro y muy solemnemente dijo-  creo que uno de  los hijos de doña Juana se debe llamar Ban. – y dicho esto corrió de nuevo de regreso a su lugar.
-            ¡yo sigo, yo sigo!, dijo Pen, y sin moverse de su sitio - que otro de sus hijos se llame Ben.
-            Y otro Bin, como yo -grito desde atrás-  el pequeño Pin.
-            Pues entonces yo quiero que otro se llame Bon, - aclaro el pequeño Pon.
-            ¡ya que!- dijo Pun- entonces que otro se llame Bun  jajajajajajaja- todos comenzaron a reir  y a aplaudir la audacia de los pequeños hijos de doña Chonita, jajajaja  -hasta Felipe el caballo no pudo evitar soltar una que otra carcajada-
-            ¡Ya basta!, dijo Felipe, ¿Quién sigue?
-            ¡yo dijo doña Blanca, creo que nada es fácil en nuestra vida, todos hemos tenido que superar los obstáculos que se presentan en nuestra vida, por eso opino que doña Juanita, no debe de preocuparse tanto ,  dejar que la vida continúe y ya. – todos aplaudieron -
-            Dando dos pasos al frente don Nacho opinó-  La experiencia por tantos años vividos y todo lo que yo alcanzo a ver por la noche, porque como ustedes ya saben yo me paso las noches en vela y  en mas de una ocasión pensando en los problemas que acontecen en el mundo, -¡ya,ya, termine! Le gritaron todos- bueno como les iba diciendo, cuando yo era un pequeño búho, escuche a mi madre que le dijo a mi padre, cuando vayas a cazar, debes de ser SABIO, SIGUE LAS PISTAS. – pero como yo era muy pequeño, nunca supe ¿Por qué se lo dijo? – todos se quedaron en silencio,  cuando lentamente don Nacho dio dos pasos atrás, pero luego aplaudieron sin decir nada.
-             Doña Cleta, mas lenta que nunca inicio su cansado caminar hasta llegar al centro del circulo y después dijo:- opino que deben de tomar las cosas con calma, NADA SUCEDE CUANDO NO ES TIEMPO. – luego sin decir mas regreso con su lento caminar a su lugar en medio de aplausos.
-            Don Pancho el conejo que hasta entonces había estado muy callado y meditabundo dijo: - opino que ya nada podemos hacer, mas valía que mi Juana, no hubiera ido hoy a hacer sus ejercicios a la montaña, pero EL HUBIERA NO EXISTE, así que ya nada podemos hacer que sea lo que Dios quiera. – luego agarrando la manita de su esposo dijo doña Juana.- si que sea lo que Dios quiera.
Todo esto lo veía el par de ojos amarillentos de doña Paca, enroscada en un árbol, justo arriba de donde todos estaban dando su opinión a cerca de lo sucedido, sin perder detalle, se reía en silencio. sssssssshhhhhhh
-            Dando un gran relincho, Felipe el caballo dijo: - en una ocasión, estaba yo muy cerca de la casa de mi amo, cuando de pronto lo escuche decir a su esposa que lo mejor que les puede pasar en la vida a los padres es tener un hijo SABIO, porque dijeron que un SABIO ERA INTELIGENTE, ESTUDIOSO, SENSATO, SINCERO, HONRADO, SIEMPRE BUSCABA LA VERDAD,  PRUDENTE Y DE BUEN JUICIO, pero que si su hijo nacía sin ser SABIO, ENTONCES ELLOS DEBIAN DE TENER LA SABIDURIA PARA AYUDARLE A ENCONTRAR SU CAMINO EN LA VIDA, porque ningún hijo ante los ojos de sus padres es TONTO, todos los hijos son BELLOS, INTELIGENTES,  GRACIOSOS, LLENOS DE TALENTOS QUE NADIE MAS TIENE.- por eso yo pienso que ni doña Juanita, ni don Pancho tienen de que preocuparse, sus hijos serán solo como Dios quiere que sean.
Todos emocionados hasta las lagrimas comenzaron a aplaudir, una y otra vez, se abrazaron entre ellos, sentían que un gran peso se les había quitado de encima, ese día había sido muy fatigoso, pero al final todos habían aprendido algo nuevo y lo mejor era que estaban unidos como una gran familia, y que los hijos siempre es lo mejor que les puede pasar sean o no sean sabios,  cuando de pronto.
-            ¡Zas! Que cae doña Paca del árbol en donde había estado enrollada.
-            Sssssssshhhhhhh, sssssssssssshhhhhhhhh, ¿me pueden decir que es lo que pasa?, ¿Por qué están tan felices? Apenas hace unos minutos estaban tan preocupados ¿Qué paso?
Nada –dijo doña Juanita- muchas gracias doña Paca por haber despertado en nosotros la duda sobre un hijo SABIO, ahora estamos seguros que somos una gran familia y que  no importa como sean nuestros hijos debemos amarlos siempre, - cuando doña Paca escucho eso, se arrastro entre las hojas secas silbando aun mas fuerte del coraje de verlos como una gran familia- ssssssshhhhhhhssssssssssshhhhhhhhhhhsssssssssssshhhhhhhhssssssssshhhhhhhhh.        

Y colorín colorado este cuento se ha terminado y el que no corra y abrace a sus padres,  hijos, pariente y amigos,  se queda pegado.